Más de 300 azulejos de piedra verde encontrados dentro de la Pirámide de la Luna, originaron una escultura humana que brinda testimonio de los cánones estéticos de la antigua cultura de Teotihuacan. La efigie es una de las piezas emblemáticas de la exhibición “Teotihuacan. Ciudad de los Dioses”, abierta hasta fines de Agosto en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. Los fragmentos fueron encontrados en el 2004, por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), asociado con el Burial 6 de la pirámide. Los especialistas creen que las piezas fueron parte de una máscara.
Fechados cerca del 300 d.C y hechos de serpentina, la reconstrucción de la “Figura Antropomórfica” fue un arduo trabajo dirigido por la restauradora Laura Filloy Nadal, del Laboratorio de Conservación del MNA.
La figura también tiene fragmentos de calcita, donomita, jade, y obsidiana que forma los ojos, los labios y las joyas, como aros y colgantes.
La restauración de la representación del personaje de alto mando o del guerrero, quizás, empezó con un registro fotográfico in situ de las piezas para especificar el lugar de cada una de ellas. Los fragmentos tienen diferentes tamaños, desde un milímetro hasta 3 centímetros que forman el torso, los brazos, y el par de aros. Los fragmentos carbonizados utilizados quizás como soporte también fueron encontrados.
“Tiles corresponded to the frontal part of a sculpture” specified Filloy, adding that tiles’ morphology varied from fragments of curved to straight cuts, with convex, concave or flat surfaces. Edges were cut on the bias to be assembled.
“Los azulejos corresponden a la parte frontal de la escultura”, especificó Filloy, añadiendo que la morfología de los azulejos varían de acuerdo a los fragmentos curvos o rectos, con superficies convexas, cóncavas o llanas.
Usando 3 imágenes dimensionales, fue modelada una efigie preliminar que luego fue realizada con plastilina; esto permitió determinar el lugar de cada pieza. Esto resultó en una figura de cuerpo entero de 31 centímetros, y luego se creó un molde de resina rígida para pegar cada fragmento con un adhesivo transparente.
El toque final consistió en el pulido final de la escultura, mencionó Laura Filloy, luego de declarar que fueron instalados unos tubos de aluminio dentro de la escultura para darle estabilidad.
Otra escultura restaurada por el INAH para ser exhibida en la exposición de Teotihuacan es la “Xalla Captive”, la más grandiosa representación antropomórfica de la exhibición, tallada en mármol, y la cual da cuenta de los rituales y las intenciones de destrucción llevados a cabo por los antiguos habitantes de Teotihuacan, ya que presenta quemaduras y cortes.
La exhibición estará abierta hasta fines de Agosto de 2009, en el Museo Nacional de Antropología. Se puede realizar una visita virtual en www.inah.gob.mx/ciudaddelosdioses.
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