25 años después de la extraordinaria travesura realizada por tres estudiantes, la ciudad de Livorno decidió honrar con una exposición permanente a las tres cabezas falsas de Amedeo Modigliani, tiempo atrás ‘abandonadas’ en una depósito propiedad del consejo local.
Era el verano de 1984, cuando Michele Gherarducci, Pierfrancesco Ferrucci y Pietro Luridiana, en ese momento estudiantes universitarios, en conjunto con el escultor Angelo Froglia, imitaron el primitivismo típico del escultor Toscano. Con herramientas de construcción simples realizaron los ojos, la nariz y una boca con tres piedras, la tiraron dentro del Fosso Reale y conmocionaron al país entero, engañando a críticos de arte influyentes, quienes garantizaban que realmente esas eran esculturas de Modì.
Esta famosa broma de 1984 causó una gran conmoción. Durante ese año, en ocasión de una muestra por el centenario del nacimiento de Modigliani y dedicada a sus esculturas, se decidió verificar si una leyenda popular local era verdadera, la leyenda según la cual el maestro de Livorno habría tirado al Fosso Reale algunas de sus esculturas. De acuerdo con esta creencia, el artista retornó temporalmente a Livorno en 1909, decidiendo realizar algunas esculturas las cuales exhibió luego en el Caffé Bardi a artistas amigos, quienes se burlaron de él sugiriéndole que las lanzara al canal.
Explorando el canal cercana a Piazza Cavour, fueron encontradas en 1984 tres esculturas, las cuales representaban 3 cabezas, atribuidas rápidamente por muchos críticos a Modigliani. Después de algunos día, el grupo de los 3 estudiantes de Livorno confesaron que una de las esculturas era en realidad de su autoría. Incluso mostraron una foto que los retrataba con la escultura.
Luego de eso, incluso el autor de las otras 2 cabezas reveló su identidad; era Angelo Froglia, un pintor de Livorno que declaró que lo que había hecho no buscaba ser una burla, sino una ‘operación estética-artística’ para verificar ‘en qué medida la gente, los críticos y los medios de comunicación crean mitos’.
Un chiste colosal, que todavía hoy causa debates en Livorno. Los 3 trabajos fueron expuestos por primera vez en Lugano, en 1999, y en segundo lugar en Livorno, 6 años más tarde, en una muestra visitada por 40 mil personas en 10 días. Un éxito inesperado. Aún, algunas personas están pensando en realizar una muestra permanente. ‘Por el momento, una exposición permanente de las 3 esculturas es sólo una idea en la que estamos trabajando –declara Mario Tredici, canciller responsable de cultura en la Ciudad de Livorno- a pesar de que no está entre las prioridades de la cancillería. De todas formas, estamos convencidos que no es una decisión a ser tomada por una sola persona, sino con el compromiso del sector de expertos’.
Incluso Vittorio Sgarbi intervino en la situación: ‘mostraría esos trabajos, como provocación, en el Museo de Arte Contemporáneo de la Ciudad. Si el alcalde Toscano decide mantenerlas bajo llave, como alcalde de Salemi, pediré tenerlos en préstamo y organizar un evento espectacular en su honor’.
Siempre refiriéndose a la iniciativa de organizar una exposición en Salemi mostrando los ‘falsos Modiglianis’, Sgarbi explica ‘la exposición en cuestión podría llamarse Il grande inganno (El gran engaño), o dado que recuerdo muy bien las opiniones de los críticos podría ser I vestiti dell’imperatore (El ropaje del Emperador). Pondría las 3 cabezas en la mitad del salón y elevadas, para indicar las opiniones expresadas por los principales expertos luego de que fueron encontradas’. Incluso el acalde de Livorno, Alessandro Cosimi, intervino en el debate sobre las 3 cabezas en forma de broma, declarando: ‘Me gustaría vender las tres cabezas falsas de Modigliani, y comprar algo, un trabajo de Modì –y agregó- la idea de una exposición permanente no me parece una buena idea. Nos arriesgaríamos a caer en un provincialismo negativo. En 2004 mostramos las 3 cabezas falsas y fue un triunfo con el público. De todas formas, no me gustaría que Livorno recuerde a Modigliani por las bromas. En cambio, me gustaría venderlas para tener el dinero con el fin de adquirir un dibujo, un trabajo auténtico del gran artista de Livorno’. De todas maneras, ‘la mofa de 25 años atrás fue muy buena –dijo el alcalde de Livorno sonriendo- allí hubo ironía en cómo el poder fue burlado de una manera muy graciosa’.
A quien le gustaría una muestra permanente es a uno de los 3 autores de la broma, Pietro Luridiana: ‘Hay 3 copias falsas, es verdad, pero ¿cómo podemos no definirlas como arte? Él se pregunta – lo que importa es la idea, el ingenio del acto, más que la reproductibilidad. Inclusive, si coincidimos en el valor artístico de una obra, puede ser arte. Entonces, ¿por qué debería ser la gente privada de la posibilidad de ver nuestras falsificaciones? Es un misterio que nos amarga, también porque no comprendemos el motivo. Quizás hay todavía alguna aversión hacia nosotros’.
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