Inspirados por las posibilidades de la pintura en la misma naturaleza, más que en el estudio, los artistas viajaron al rugoso Bosque de Fontainebleau cerca de París desde la década de 1820 hasta mediados de 1870, forjando innovaciones en el arte que resonarían en las generaciones subsiguientes. Allí, entre las villas rurales y los grandes y variados páramos, ellos realizaron los trabajos preliminares de lo que sería el Impresionismo, influyeron en el desarrollo de la fotografía de paisaje, y propiciaron la temprana propugnación para la conservación de la naturaleza. En el Bosque de Fontainebleau: Pintores y Fotógrafos de Corot a Monet en el Museo de Bellas Artes de Houston. La exposición de 96 trabajos estará abierta a partir del 19 de octubre.
La Ráfaga de Viento. Gustave Courbet.
Organizada por la Galería Nacional de Arte en asociación con el MFAH, la muestra es la primera en los EE.UU. en trazar la gradual evolución de la pintura de paisajes y la fotografía en Fontainebleau. Expondrá múltiples trabajos de Jean-Baptiste-Camille Corot y Claude Monet, artistas que representaron el final del espectro experimental en Fontainebleau, y también remarcará trabajos de Jean-François Millet y Théodore Rousseau, quienes estaban entre los estudiantes más diligentes del bosque. Otros artistas incluidos son Frédéric Bazille, Narcisse Diaz de la Peña, Auguste Renoir, y Alfred Sisley. Entre los 9 fotógrafos presentados estarán los pioneros del campo como Gustave Le Gray, Eugène Cuvelier, y Charles Famin.
-‘En el Bosque de Fontainebleau’ se celebra un crucial y fértil período de la historia del arte- dijo Aurisch. ‘A pesar de que los Impresionistas son a menudo son acreditados con la innovación de la pintura al aire libre –pintura plein air-, directamente delante de los motivos, esta exposición buscará batir el record de registro directamente documentando los logros de un temprano grupo de pintores, quienes pasaron de las primeras experiencias a los jóvenes pintores de la generación de Monet’.
El Bosque
El Bosque de Fontainebleau está localizado a 35 millas al sudeste de París. No es sólo el bosque más grande de París -50.000 acres-, sino también el más diverso topográficamente, con dramáticos soportes de robles seculares, mesetas rocosas y desfiladeros, y espacios solitarios y áridos. Corot estaba entre los primeros artistas que comenzaron a hacer visitas regulares al bosque en los tempranos años de la década de 1820. Otros prontamente se unieron y experimentaron la pintura al aire libre, viviendo el desafío de la captura de la luz, las sombras, el clima, y las estaciones en este ‘estudio natural’. Esos años lentamente marcaron el comienzo de una revolución en la pintura de paisaje en Francia que se esparciría por toda Europa y por los Estados Unidos.
Árboles en Fontainebleau. Gustave Le-Gray.
En la década de 1830, una colonia de artistas informales se estableció en Barbizon, uno de los tantos pueblos situados en los perímetros del bosque, favorecido por sus excelentes alojamientos. Los artistas que se quedaban en las cabañas y experimentaban con la pintura plein-air, condujeron el movimiento artístico conocido como La Escuela de Barbizon. Entre los pueblos restantes los artistas que primeramente los frecuentaron fueron Chailly y Marlotte. Todos los pueblos tenían fácil acceso al bosque, pero la mayoría de los artistas no aventuraban demasiado porque tenían que cargar las provisiones en sus espaldas: generalmente un paraguas, una base plegable, el taburete, cajas con pinturas y la tela.
Los fotógrafos comenzaron a hacer peregrinaciones por Fontainebleau en 1840 cuando la introducción del proceso de papel en negativo hizo posible viajar sin el pesado equipo. Trabajaban al lado de los pintores ya en 1849, contribuyendo a la camaradería y el cambio de ideas. Durante este período, Francia sobrepasó a Italia como centro preeminente para el plein-air debido a la actividad en Fontainebleau, y la fotografía de paisaje se hizo todo un arte.
La atracción de los artistas por el bosque comenzó a decaer en la década de 1870, pero los artistas de allí ya estaban experimentando lo que sería la otra revolución en el arte: el Impresionismo.
La Exposición
La muestra estará instalada por sectores, cada uno dedicado a un aspecto del bosque y su rol en el desarrollo de la pintura naturalista del paisaje y la fotografía de paisaje: Descubrimiento del Bosque; Árboles y Piedras; Naturaleza y Observación; Fontainebleau a Gran Escala; y Vida de Pueblo. Más de 56 prestamistas privados e institucionales cedieron obras para la muestra, incluyendo al MFAH. Los Grandes Robles del Vieux Bas-Bréau (1864) de Rousseau, la Ráfaga de Viento de Gustave Courbet (1865), y 2 fotografías de Le Gray, Árbol, Bosque de Fontainebleau (c. 1856) y Le Pavé de Chailly (1852) están entre las obras más importantes.
•Descubrimiento del Bosque
Corot había estado en el bosque antes de su viaje a Italia en 1825, en donde practicó pintura al aire libre. Regresó a Francia con una nueva apreciación por las maravillas del bosque y continuó trabajando allí por 5 décadas. La muestra incluye 7 pinturas de Corot empezando por Estudio de un Tronco de Árbol en el Bosque de Fontainebleau de 1822 hasta Leñadores en un Valle Forestal de 1872. Le Gray estaba entre los primeros fotógrafos que visitaron el bosque, creando impresiones de papel salado a partir de negativos en la temporada de 1849. La exposición también incluye 7 trabajos de Le Gray que demuestran sus logros pictóricos al capturar la luz, las texturas, y la atmósfera del bosque.
Escena de Fontainebleau. Alfred Sisley.
•Naturaleza y Observación
Los artistas que viajaban regularmente al bosque, y aquellos que vivían allí, como Rousseau, estaban obsesionados con la captura de los diferentes estados en estaciones diferentes, en tiempo diferente, varias veces al día. Los ejemplos incluyen la Puesta del sol roja-entonada sobre la Playa de Jean de París de Rousseau (1864), el presagio La Tormenta de De la Peña (1871), y Sendero en el Bosque de Fontainebleau en la Nieve de Cuvelier (tempranos 1860’s).
•Fontainebleau a Gran Escala
Ya que los artistas debían cargar con sus provisiones en el bosque, generalmente trabajaban en telas de tamaños portátiles. De todas formas, el bosque también servía como fuente de inspiración para trabajos a gran escala que se completaban en el estudio luego del trabajo hecho al aire libre. El monumental Ráfaga de Viento de Courbet es un ejemplo de esto. La pintura es una escena fantástica que combina elementos de diversos bocetos que el artista hizo del bosque.
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