Insulso el que cree y sostiene con fervor el fin de la invención, de la creación, de la imaginación.
Hace unos domingos, la banalidad del propio día nos trajo a la memoria y nos hizo redescubrir la producción de un artista plástico con una trayectoria sublime y de alta gama. Las obras del maestro Pablo Reinoso nos dejaron sin aliento.
Enfrentados con un don carpintero y una maña manual como pocas, la producción artística de Reinoso nos sumerge en un mundo en donde creemos que el infinito existe en la realidad circundante.
El viaje hacia el fin del mundo se hace tangible al contemplar los Spaghetti Bench, las Luthonetteries, entre otras.
Actualmente, podemos apreciar uno de los Bancos Spaghetti en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires +Malba+, en el cual desearemos que ese banco este en nuestro jardín desolado, convirtiéndolo así en el Jardín del Edén.
Realmente es una locura lo que hace este tipo sobre madera, espero poder ir a verlo al Malba en estos dias.
Saludos, muy bueno el blog.