Ante la afirmación de época oscura medieval nos detenemos hoy. Ciertos postulados o, caen por sí solos, o uno debe derribarlos. Adentrándonos en el medioevo y, específicamente a los que nos atañe, en la cultura y expresiones artísticas de esta época, debemos afirmar que nada de oscuro podemos observar sobre los frescos y monumentos que se erigen hasta el día de hoy.
Beato de Osma, uno de los 27 ejemplares iluminados de los Comentarios al Apocalipsis de Beato de Liébana (776)
Entendemos que fue particularmente intensa la sumisión a los ideales eclesiásticos, y los artistas del momento nos dejaron un legado en el cual debemos de tener las herramientas suficientes para poder leer entre líneas.
La Biblia, un gran best-seller mundial, aportó al imaginario colectivo una serie prolongada de imágenes que, pese a su función educativa –léase: biblia pauperum-, nos enfrenta con una sugestión visual imponente. A no evitar la eterna lucha de las resistencias, hurgando entre las imágenes profanas de aquellos siglos.
Filigrana vikinga en bronce del siglo XI.
Casi como los mass media que nos esclavizan hoy, el contenido propagandístico de las imagenes cristianas hicieron en los pueblos una verdadera revolución colectiva.
Debemos desarraigar la historia medieval de los mitos fundamentalistas. Es sencillamente una época única en la historia del arte.
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"El arte no reproduce lo visible. Lo hace visible". -Paul Klee-