El prestigioso Museo del Prado en Madrid está continuando satisfactoriamente su plan de reorganización interna, generalmente obteniendo la atención del público gracias a sus iniciativas. Esta vez la famosa pinacoteca ha cruzado un importante umbral de su desarrollo, al presentar una variedad de habitaciones nuevas para hospedar una colección sustancial de obras del siglo XIX. De hecho, la colección permanente, está siendo enriquecida con 176 piezas: 152 pinturas, 2 acuarelas, 21 esculturas y un modelo arqueológico que completan la panorámica histórica-artística propuesta por el museo.
“La Colección: su segunda expansión” es una de las operaciones principales del plan de acción del museo, para el período 2009-2012. El proyecto implica un aumento del 50 % de la cantidad de trabajos en exposición, durante los cuatro años en cuestión. La apertura de estos nuevos cuartos, ya representa un incremento del 20% con respecto a los trabajos actualmente en exhibición.
La muestra de inauguración “El siglo XIX en el Prado”, acompañó la apertura de la nueva y ampliada colección, recibiendo más de un millón de visitantes que no se querían perder la primera gran ocasión de ver obras de los grandes maestros del siglo XIX, cercanos a los grandes genios del pasado. La colección permanente, que incluye un extenso período que va del siglo XII al siglo XX, de la pintura romántica a las vanguardias, perteneció al Prado desde el año 1819, y a lo largo de los años se ha ido enriqueciendo con grandes obras maestras, las cuales se mostrarán en esta oportunidad por primera vez.
Las nuevas adquisiciones están valorizadas también al ser organizadas en los 12 cuartos de acuerdo a un orden cronológico, teniendo en cuenta asimismo los diferentes géneros y tendencias que caracterizaron al siglo XIX. Bastante impresionante es el nuevo cuarto que cierra este ciclo de obras, el cuarto de la Presentación de las Colecciones: es una suerte de área de estudio, un limbo que pretende hospedar las fases transitorias del museo, con muestras temporales de pequeños grupos de obras inaccesibles anteriormente.
El nuevo show comienza en el primer piso, en la galería central dedicada a aquellos artistas del siglo pasado que estaban en conexión con la apertura del museo. La primera sección, denominada “Goya, Neoclasicismo y orígenes del Museo del Prado”, es introducida por una grandiosa escultura de Isabel de Braganza, reina de España y co-fundadora de la pinacoteca. La muestra continúa con el cuarto del Romanticismo, que reúne a los principales protagonistas del movimiento en España, seguidos por dos cuartos dedicados respectivamente a Federico de Madrazo y a Eduardo Rosales. La próxima habitación, que hospeda pintura histórica, anticipa las obras de Fortuny y Rico antes de llegar a la sección dedicada a Raimundo de Madrazo. Un tono más intimista se percibe en el próximo cubículo, que ilustra excelentes ejemplos de paisajes realistas, cuyo representante es Carlos de Haes, similar a la sección acerca del naturalismo en donde podemos admirar obras nacidas en los ambientes de las escuelas regionales.
Una serie de obras monumentales caracteriza a la décima galería, con el retorno a la temática histórica, mayoritariamente pinturas hechas por jóvenes artistas que adhirieron al género, muy apreciados en las muestras nacionales españolas, con el fin de obtener éxito. Joaquín Sorolla (1863.1923), uno de los más grandes artistas españoles entre finales del siglo XIX y principios del XX, tiene un cuarto exclusivamente dedicado a él; es el cuarto nº 11 en donde podemos admirar 10 de sus obras. Finalmente, el último cuarto, “Presentación de la Galería de las Colecciones", está destinada como fue dicho, a la rotación de las obras que no se encuentran en exposición permanente. Hay también ejemplos de arte extranjero, que a pesar de que no son numerosos, sí son muy importantes para confrontar las diferentes situaciones artísticas en los diversos países en un mismo período. Algunos de los trabajos extranjeros más relevantes son las esculturas de Venus y Marte por Antonio Canova, y el Hermes de Bertel Thorvaldsen, y las pinturas características de David Roberts, Alma-Tadema y Meissonier.
0 Response to "Expansión del Museo del Prado"
Publicar un comentario
"El arte no reproduce lo visible. Lo hace visible". -Paul Klee-