Un científico de la Universidad de Cambridge, hace tiempo que ansía resolver una de las más antiguas contradicciones de la Biblia: ¿cuándo sucedió realmente la Última Cena?

Al parecer, la Última Cena sucedió un miércoles –un día antes de lo pensado-. Los cristianos han marcado históricamente la última cena de Jesús el día del Jueves Santo, pero, gracias al redescubrimiento del antiguo calendario judía, el profesor Colin Humphreys sugirió una nueva interpretación.

“Me intrigaban mucho las historias bíblicas pertinentes a la semana final de Jesús, en la cual nadie había podido encontrar una mención al día miércoles. Es por eso que fue denominado el día perdido”, expresó Humphreys. Sus hallazgos ayudaron a rearmar la inconsistente historia entre el Evangelio de San Matías, San Marcos y San Lucas, quienes decían que la Última Cena coincidía con la Pascua, y el de San Juan, quien decía que la cena se realizó antes de la festividad judía, conmemorando el éxodo de Egipto.

Humphreys sugirió que Jesús, junto con Matías, Marcos y Lucas, estaban utilizando el calendario previo al exilio, el cual databa desde los tiempos de Moisés, y contaba el primer día del nuevo mes a partir del final del antiguo ciclo lunas, mientras que Juan hacía referencia al calendario oficial judío de ese mismo día. El profesor comentó que se trata de un error muy curioso para cualquiera, ya que la pascua judía es por demás importante para esta religión. Si la cena de Pascuas y la Última Cena efectivamente se realizaron un miércoles, ayudaría a explicar cómo la cantidad extraordinaria de eventos comentada en los Evangelios entre ambas fechas se pudieron de verdad realizar.

Con la ayuda de un astrónomo, Humphreys reconstruyó el calendario pre-exilio y ubicó la Pascua en el año 33 d.C., año en que se cree Cristo fue crucificado, el miércoles 1º de Abril.